CONTAMINACIÓN
Es la
impregnación del aire, el agua o el suelo con productos que afectan a la salud
del hombre, la calidad de vida o el funcionamiento natural de los ecosistemas.
LA
CONTAMINACIÓN DE LOS SUELOS
El suelo,
desde un punto vista ecológico, es un sistema dinámico donde la materia
orgánica es descompuesta por los microorganismos en sustancias diversas, las
cuales son absorbidas posteriormente por los vegetales a través de sus raíces.
Expuesto este principio, el incorporar residuos al suelo podría parecer
incluso una forma natural y beneficiosa para las plantas, contribuyéndose al
desarrollo de las cadenas tróficas; no obstante, existen ciertos requisitos
para que esa actividad no termine siendo contraproducente.
Salvo las materias expulsadas a la atmósfera, la mayor parte de los
residuos producidos por las actividades humanas, como son los procedentes de
los desechos urbanos, son vertidos a los ríos o abandonados en los suelos.
Otros muchos de origen industrial, o generados en zonas rurales, son directamente
enterrados.
Las aguas de lluvia pueden arrastrar todas estas materias hacia capas
profundas e incorporarlas a las corrientes subterráneas, las cuales terminarán
en parte aflorando de nuevo a la superficie.
Para que todos estos residuos puedan ser procesados por las redes
tróficas sin limitar sus posibilidades de depuración, deben ser limitados y
estar compuestos únicamente por sustancias biodegradables, ausentes totalmente
de toxicidad.
La biodegradabilidad es la capacidad que tienen determinados materiales
de estructura compleja, para ser degradados por los microorganismos, los cuales
los convierten en otras sustancias más sencillas, capaces de ser absorbidas por
las redes tróficas.
RECICLAJE
Cuando un
material resultante de un proceso de fabricación, consumo, limpieza o
transformación es abandonado, se convierte en un residuo. Los propios seres
vivos se convierten en residuos cuando mueren, sin embargo las cadenas tróficas
siempre han tenido la suficiente capacidad de procesarlos, integrándolos de
nuevo al ciclo vital.
Son los seres humanos los que han alterado la suficiencia de la
naturaleza para mantener el equilibrio, concentrándose en núcleos urbanos e
industriales, los cuales se ven agravados con los crecientes índices
demográficos; los residuos generados se concentran a su vez en espacios
reducidos que, junto con periodos de tiempo insuficientes para ser procesados,
son absorbidos por el suelo, aire y aguas, superando la capacidad de la Tierra
de reintegrarlos.
Cada persona produce diariamente como media unos 20 kg. de residuos,
suma de los desechos domésticos y el consumo de bienes industriales, muchos de
ellos desechables tras su uso y fabricados con materiales no biodegradables.
El reciclado es la única solución viable al problema de la acumulación
de los residuos. La posterior reutilización de los materiales reciclados es
además la mejor forma de evitar la extracción de materias primas, la cual, a su
vez, reducirá las necesidades energéticas para la propia extracción y
transformación en productos manufacturados.
La operación de reciclado consiste en la extracción selectiva de
materiales de los desperdicios u otros materiales de desecho, con el fin de
obtener materias susceptibles, previo tratamiento, de nuevos usos. Actualmente
se realizan técnicas de reciclado de basuras en las que los residuos sólidos se
separan en materiales de valor comercializable (vidrio, plástico, caucho,
papel, estaño, etc.), que son reintroducidos en el ciclo de consumo.
LA
CONTAMINACIÓN DEL AIRE EN ZONAS URBANAS
Las
partículas, en especial las que provienen de procesos de combustión, pueden
tener distintos tamaños que determinan el riesgo. Así aquellas muy grandes son
detenidas en la primera parte del tracto respiratorio y, arrastradas por el
mucus, terminan siendo deglutidas o expulsadas por la nariz. Las más pequeñas
evitan estas defensas del aparato respiratorio y llegan a los alvéolos
pulmonares donde pueden producir daños considerables. Estas partículas se
encuentran habitualmente en suspensión en el aire de las ciudades y son
originadas por algunos procesos industriales, los automotores y el humo de
cigarrillo, este último de gran importancia como contaminante de ambientes
cerrados. Son las responsables de la mayoría de los procesos alérgicos que
sufren los seres humanos y de gran cantidad de infecciones del tracto
respiratorio. Los gases como óxidos de azufre y óxidos de nitrógeno también son
originados en las combustiones de petróleo, gas y materiales orgánicos. El
anhídrido sulfuroso es uno de los contaminantes del aire más conocidos en las
zonas industrializadas. Para los seres humanos es un gas sofocante e irritante
cuando actúa sobre la parte superior del tracto respiratorio en altas
concentraciones. En las cantidades que pueden encontrarse en la atmósfera de
las ciudades produce un ligero aumento en la resistencia la paso del aire en
los bronquios.
El efecto
de la contaminación del aire sobre las personas es difícil de estudiar por una
serie de factores:
Ø
Los
contaminantes no actúan por separado, son mezclas complejas de composición
variable.
Ø
Gran
parte de la población tiene el hábito de fumar. Incorpora con esta actividad
gran cantidad de partículas y gases peligrosos a su organismo y al de aquellos
que se encuentran en el mismo ambiente.
Ø
La
dificultad de encontrar poblaciones humanas que viviendo en ambientes
diferentes tengan las suficientes características en común como para
compararlas y establecer el efecto del aire contaminado.
En las últimas
décadas el desarrollo de la epidemiología ambiental realizó un gran avance en
estos estudios y ha permitido establecer los límites tolerables de distintos
compuestos en las atmósferas urbanas. Estos límites han sido aceptados por la
Organización Mundial de la Salud y tienen carácter internacional. Una de las
preguntas habituales es acerca del grado de contaminación tiene el aire de la
ciudad donde habitamos. La respuesta a esta pregunta no es sencilla. Desde hace
más de 30 años los técnicos y científicos que han encarado el problema han
notado que no es útil medir el nivel de un solo contaminante. Tampoco sirve de
mucho realizar determinaciones en un solo lugar. Los compuestos liberados a la
atmósfera se mezclan, difunden y se distribuyen de acuerdo a los movimientos
verticales y horizontales de las masas de aire. Hay variaciones por
precipitaciones, por la presencia de obstáculos como edificios, por la
variación de temperaturas entre el día y la noche, etc. El sistema de
distribución de gases y partículas en la atmósfera depende así de una gran
cantidad de variables, muchas de ellas aleatorias. Corresponde a lo que se
define como distribución caótica. La única solución posible es la medición
continua, en distintos puntos geográficos, estratégicamente seleccionados, de
los contaminantes que se mencionaron más arriba. Así, mediante un cálculo
matemático se puede definir en cada punto de toma de muestra el índice de
contaminación. Con los valores índices calculados se puede establecer el nivel
de contaminación urbano para un tiempo determinado y corto, no mayor a 2 horas.
Con todos los valores de niveles de contaminación tomados en forma contínua
durante varios años se puede definir la tendencia en la dispersión de
contaminantes para cada estación del año.
CONSERVACIÓN
Es el uso sostenible de los recursos
naturales, como el suelo, el agua, las plantas, los animales y los minerales.
Los recursos naturales de un área cualquiera son su capital básico, y el mal
uso de los mismos constituye una pérdida económica. Desde el punto de vista
estético, la conservación incluye también el mantenimiento de las reservas
naturales, los lugares históricos y la fauna y flora autóctonas.
CONSERVACIÓN DE LOS SUELOS
Entre las medidas básicas,
actualmente en uso, para la conservación del suelo se encuentra la división de
los suelos en categorías de capacidad. En este sistema los suelos más llanos y
estables se asignan a los cultivos anuales, y otras áreas a las plantas
perennes, como las herbáceas y las leguminosas, al pastoreo o la explotación
forestal. Otro método de conservación consiste en incorporar plantas
regeneradoras del suelo en la rotación de cultivos. Estas plantas fijan y
protegen el suelo durante la fase de crecimiento y, al ser enterradas con el
arado, le aportan materia orgánica. Los métodos de cultivo que dejan una
cubierta de restos sobre el suelo representan un importante avance en la
explotación de éste. En muchas áreas estas técnicas han suplantado el uso del
arado de reja, asociado a la práctica del llamado cultivo limpio, que dejaba la
superficie del suelo expuesta a todas las fuerzas erosivas naturales. Los
métodos especiales para el control de la erosión incluyen el cultivo de
contorno, en el que los cultivos siguen los contornos de las pendientes, y se
construyen diques y terrazas para minimizar las escorrentías. Otro método de
conservación del suelo es el cultivo en franjas, es decir, en bandas alternas
de cultivos y tierra en barbecho. Además, el mantenimiento de la fertilidad del
suelo a menudo implica el empleo de fertilizantes inorgánicos (químicos).
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