lunes, 10 de noviembre de 2014

CONCEPTOS SOBRE CONTAMINACIÓN

CONTAMINACIÓN
Es la impregnación del aire, el agua o el suelo con productos que afectan a la salud del hombre, la calidad de vida o el funcionamiento natural de los ecosistemas.

LA CONTAMINACIÓN DE LOS SUELOS
El suelo, desde un punto vista ecológico, es un sistema dinámico donde la materia orgánica es descompuesta por los microorganismos en sustancias diversas, las cuales son absorbidas posteriormente por los vegetales a través de sus raíces.
Expuesto este principio, el incorporar residuos al suelo podría parecer incluso una forma natural y beneficiosa para las plantas, contribuyéndose al desarrollo de las cadenas tróficas; no obstante, existen ciertos requisitos para que esa actividad no termine siendo contraproducente.
Salvo las materias expulsadas a la atmósfera, la mayor parte de los residuos producidos por las actividades humanas, como son los procedentes de los desechos urbanos, son vertidos a los ríos o abandonados en los suelos. Otros muchos de origen industrial, o generados en zonas rurales, son directamente enterrados.
Las aguas de lluvia pueden arrastrar todas estas materias hacia capas profundas e incorporarlas a las corrientes subterráneas, las cuales terminarán en parte aflorando de nuevo a la superficie.
Para que todos estos residuos puedan ser procesados por las redes tróficas sin limitar sus posibilidades de depuración, deben ser limitados y estar compuestos únicamente por sustancias biodegradables, ausentes totalmente de toxicidad.
La biodegradabilidad es la capacidad que tienen determinados materiales de estructura compleja, para ser degradados por los microorganismos, los cuales los convierten en otras sustancias más sencillas, capaces de ser absorbidas por las redes tróficas.


RECICLAJE
Cuando un material resultante de un proceso de fabricación, consumo, limpieza o transformación es abandonado, se convierte en un residuo. Los propios seres vivos se convierten en residuos cuando mueren, sin embargo las cadenas tróficas siempre han tenido la suficiente capacidad de procesarlos, integrándolos de nuevo al ciclo vital.
Son los seres humanos los que han alterado la suficiencia de la naturaleza para mantener el equilibrio, concentrándose en núcleos urbanos e industriales, los cuales se ven agravados con los crecientes índices demográficos; los residuos generados se concentran a su vez en espacios reducidos que, junto con periodos de tiempo insuficientes para ser procesados, son absorbidos por el suelo, aire y aguas, superando la capacidad de la Tierra de reintegrarlos.
Cada persona produce diariamente como media unos 20 kg. de residuos, suma de los desechos domésticos y el consumo de bienes industriales, muchos de ellos desechables tras su uso y fabricados con materiales no biodegradables.
El reciclado es la única solución viable al problema de la acumulación de los residuos. La posterior reutilización de los materiales reciclados es además la mejor forma de evitar la extracción de materias primas, la cual, a su vez, reducirá las necesidades energéticas para la propia extracción y transformación en productos manufacturados.
La operación de reciclado consiste en la extracción selectiva de materiales de los desperdicios u otros materiales de desecho, con el fin de obtener materias susceptibles, previo tratamiento, de nuevos usos. Actualmente se realizan técnicas de reciclado de basuras en las que los residuos sólidos se separan en materiales de valor comercializable (vidrio, plástico, caucho, papel, estaño, etc.), que son reintroducidos en el ciclo de consumo.


LA CONTAMINACIÓN DEL AIRE EN ZONAS URBANAS
Las partículas, en especial las que provienen de procesos de combustión, pueden tener distintos tamaños que determinan el riesgo. Así aquellas muy grandes son detenidas en la primera parte del tracto respiratorio y, arrastradas por el mucus, terminan siendo deglutidas o expulsadas por la nariz. Las más pequeñas evitan estas defensas del aparato respiratorio y llegan a los alvéolos pulmonares donde pueden producir daños considerables. Estas partículas se encuentran habitualmente en suspensión en el aire de las ciudades y son originadas por algunos procesos industriales, los automotores y el humo de cigarrillo, este último de gran importancia como contaminante de ambientes cerrados. Son las responsables de la mayoría de los procesos alérgicos que sufren los seres humanos y de gran cantidad de infecciones del tracto respiratorio. Los gases como óxidos de azufre y óxidos de nitrógeno también son originados en las combustiones de petróleo, gas y materiales orgánicos. El anhídrido sulfuroso es uno de los contaminantes del aire más conocidos en las zonas industrializadas. Para los seres humanos es un gas sofocante e irritante cuando actúa sobre la parte superior del tracto respiratorio en altas concentraciones. En las cantidades que pueden encontrarse en la atmósfera de las ciudades produce un ligero aumento en la resistencia la paso del aire en los bronquios.
El efecto de la contaminación del aire sobre las personas es difícil de estudiar por una serie de factores:
Ø   Los contaminantes no actúan por separado, son mezclas complejas de composición variable.
Ø   Gran parte de la población tiene el hábito de fumar. Incorpora con esta actividad gran cantidad de partículas y gases peligrosos a su organismo y al de aquellos que se encuentran en el mismo ambiente.
Ø   La dificultad de encontrar poblaciones humanas que viviendo en ambientes diferentes tengan las suficientes características en común como para compararlas y establecer el efecto del aire contaminado.
En las últimas décadas el desarrollo de la epidemiología ambiental realizó un gran avance en estos estudios y ha permitido establecer los límites tolerables de distintos compuestos en las atmósferas urbanas. Estos límites han sido aceptados por la Organización Mundial de la Salud y tienen carácter internacional. Una de las preguntas habituales es acerca del grado de contaminación tiene el aire de la ciudad donde habitamos. La respuesta a esta pregunta no es sencilla. Desde hace más de 30 años los técnicos y científicos que han encarado el problema han notado que no es útil medir el nivel de un solo contaminante. Tampoco sirve de mucho realizar determinaciones en un solo lugar. Los compuestos liberados a la atmósfera se mezclan, difunden y se distribuyen de acuerdo a los movimientos verticales y horizontales de las masas de aire. Hay variaciones por precipitaciones, por la presencia de obstáculos como edificios, por la variación de temperaturas entre el día y la noche, etc. El sistema de distribución de gases y partículas en la atmósfera depende así de una gran cantidad de variables, muchas de ellas aleatorias. Corresponde a lo que se define como distribución caótica. La única solución posible es la medición continua, en distintos puntos geográficos, estratégicamente seleccionados, de los contaminantes que se mencionaron más arriba. Así, mediante un cálculo matemático se puede definir en cada punto de toma de muestra el índice de contaminación. Con los valores índices calculados se puede establecer el nivel de contaminación urbano para un tiempo determinado y corto, no mayor a 2 horas. Con todos los valores de niveles de contaminación tomados en forma contínua durante varios años se puede definir la tendencia en la dispersión de contaminantes para cada estación del año.


CONSERVACIÓN
Es el uso sostenible de los recursos naturales, como el suelo, el agua, las plantas, los animales y los minerales. Los recursos naturales de un área cualquiera son su capital básico, y el mal uso de los mismos constituye una pérdida económica. Desde el punto de vista estético, la conservación incluye también el mantenimiento de las reservas naturales, los lugares históricos y la fauna y flora autóctonas.

CONSERVACIÓN DE LOS SUELOS

Entre las medidas básicas, actualmente en uso, para la conservación del suelo se encuentra la división de los suelos en categorías de capacidad. En este sistema los suelos más llanos y estables se asignan a los cultivos anuales, y otras áreas a las plantas perennes, como las herbáceas y las leguminosas, al pastoreo o la explotación forestal. Otro método de conservación consiste en incorporar plantas regeneradoras del suelo en la rotación de cultivos. Estas plantas fijan y protegen el suelo durante la fase de crecimiento y, al ser enterradas con el arado, le aportan materia orgánica. Los métodos de cultivo que dejan una cubierta de restos sobre el suelo representan un importante avance en la explotación de éste. En muchas áreas estas técnicas han suplantado el uso del arado de reja, asociado a la práctica del llamado cultivo limpio, que dejaba la superficie del suelo expuesta a todas las fuerzas erosivas naturales. Los métodos especiales para el control de la erosión incluyen el cultivo de contorno, en el que los cultivos siguen los contornos de las pendientes, y se construyen diques y terrazas para minimizar las escorrentías. Otro método de conservación del suelo es el cultivo en franjas, es decir, en bandas alternas de cultivos y tierra en barbecho. Además, el mantenimiento de la fertilidad del suelo a menudo implica el empleo de fertilizantes inorgánicos (químicos).

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